A las 19.00 horas los internacionales españoles completarán el primer entrenamiento en el terreno de juego principal de La Ciudad del Fútbol, camiseta francia blanca donde Del Bosque comenzará a realizar pruebas para el primer partido ante Bielorrusia. Todo ocurrió en la Liga de Campeones 2008/2009. El Inter jugó un partido ante el Fenerbahçe turco en Milán y en él lució la camiseta de San Ambrosio. Camiseta oficial de la primera equipación que utilizarán los jugadores del combinado francés en los partidos que jueguen como local para el Mundial de fútbol de Rusia 2018 con la cual quedaron campeones. A diferencia de las otras 23 selecciones que jugarían, correrían y sudarían con un equipamiento de textura normal, Bilardo se reunió en Buenos Aires, antes del Mundial, con representantes de Le Coq Sportif y les hizo un doble pedido: que diseñaran una remera no sólo más liviana que las habituales, lars7 sino que la tela ayudara a evitar que los futbolistas sintieran el peso de su propia transpiración.
Sin embargo, por falta de tiempo o presupuesto, Le Coq sólo utilizó esa técnica para la indumentaria titular y no para la sustituta, la azul, que era de algodón (entre los 306 kilos de utilería que Argentina llevó a México había un tercer modelo, una remera blanca que nunca se estrenó ni tenía previsiones antialtura: en realidad, los únicos países que alternaron tres camisetas en un Mundial fueron Inglaterra en México 70 y Francia en Argentina 78, cuando Platini y compañía recurrieron a Kimberley). Es cierto que, esa tarde en particular, las condiciones fueron mejores que el resto del Mundial porque el partido comenzó a las 4 de la tarde (y terminó con una tormenta que redujo la temperatura) y la altura de Puebla es ligeramente inferior a la del DF, pero para enfrentar a Inglaterra, al mediodía y de vuelta en el DF (y por primera vez en el Azteca), Bilardo exigió el regreso de una remera calada, “con agujeritos”. Adidas creó en 1984 un uniforme soberbio para los ‘diablos rojos’ y este año no tenían más que fijarse en él. Lo central estaba solucionado, no así algunos detalles: hacer los escudos y bordarlos, y comprar los números y estamparlos (el primer Mundial en que Argentina usó numeración fue en 1958, el primer logo de marcas fue Adidas en 1974, y el primer escudo de AFA fue en 1978). El América, muy cercano al clan Bilardo (los nexos eran Miguel Angel López, el técnico, y Eduardo Cremasco, ex jugador de Estudiantes y del América) aportaría su logística.
Aunque en 1986 no se usaba la expresión mobbing para casos de obstinación laboral, Bilardo podría haber encajado en esa figura, al menos en las horas siguientes a cuando se enteró de que Argentina tendría que jugar contra Inglaterra, otra vez, con indumentaria alternativa. O que la autorización final la dio Maradona. Es toda una curiosidad: Hodge fue el último inglés en tocar la pelota antes de la Mano de Dios, e incluso en su país todavía le recuerdan ese rebote desangelado cuando intentó anticipar a Jorge Valdano y tomó por sorpresa a Peter Shilton, lars 7 el arquero que perdió en el salto con Maradona. En la banda de este búnker volverán a encontrarse los otros dos culpables de que este derbi sea lo que es. En otros compró dos remeras. Era jueves, faltaban 72 horas, y el gerente administrativo de la AFA salió a buscar casas de deportes con una extraña misión: encontrar remeras azules con el logo del gallito. Se trata de remeras fortuitas, conseguidas y acondicionadas de apuro, que en pocas horas se transformarán en un tesoro: la que tiene el número 10 y quedará en manos de un volante inglés, Steve Hodge, fue cotizada en Gran Bretaña, ya en el siglo XXI, en 350 mil dólares.
El escudo argentino fue abocetado por un diseñador del club, cuyo nombre también fue olvidado, y que encendió su computadora y delineó un trazado bastante parecido al original, aunque en la prisa omitió los laureles que circundan la sigla AFA. Los escudos de la AFA son improvisados: los acaba de trazar un diseñador del América. El último paso también oculta una rareza: el 10 plateado que inmortalizó Maradona, como el del resto de sus compañeros, son números de fútbol americano conseguidos y planchados de apuro. Y además, en retrospectiva con la vestimenta usada el partido anterior, quedan dos diferencias visibles: el azul frente a Inglaterra es más brilloso (incluso se advierten dos tonos alternados en bandas verticales) y los números contra Uruguay eran blancos, no plateados. Además, es una de las que más se caracteriza por unos colores, en concreto tres, azul, rojo y blanco. Han recuperado, además, su viejo logo, el de la avispa. Contra Uruguay, entonces, Argentina jugó con una vestimenta azul que no sólo pesaba varios gramos más que la celeste y blanca, sino que, al acumular la transpiración, se hacía más pesada con el transcurso de los minutos. Se dice entonces que después de los octavos de final contra Uruguay, cuando Argentina usó por primera vez una camiseta azul, la utilería comandada por Tito Benrós se quedó sin juegos de reposición.