Un detalle bastante interesante es el remate de las mangas cortas que está decorado con tres líneas en rojo y amarillo que forman la bandera del país. Los colores de la bandera sueca vuelven a estar muy presentes en la segunda equipación 2021, solo que con una distribución diferente. Esta primera equipación presenta un diseño inspirado en los colores de la bandera francesa. La primera equipación 2021 de la selección de fútbol de Argentina sigue apostando por la combinación de blanco y azul celeste, colores muy vinculados al país y su cultura. En esta edición, vistiendo una camiseta azul abotonada, no tuvieron suerte y regresaron a casa en primera ronda sin grandes logros. Se dice entonces que después de los octavos de final contra Uruguay, cuando Argentina usó por primera vez una camiseta azul, la utilería comandada por Tito Benrós se quedó sin juegos de reposición. Sin embargo, por falta de tiempo o presupuesto, Le Coq sólo utilizó esa técnica para la indumentaria titular y no para la sustituta, la azul, que era de algodón (entre los 306 kilos de utilería que Argentina llevó a México había un tercer modelo, una remera blanca que nunca se estrenó ni tenía previsiones antialtura: en realidad, los únicos países que alternaron tres camisetas en un Mundial fueron Inglaterra en México 70 y Francia en Argentina 78, cuando Platini y compañía recurrieron a Kimberley).
En cualquier caso en ese partido tendrían que cambiar de uniforme de todas formas porque Francia también iba de azul (bueno, me imagino que en aquella época ya iba de azul, igual me he pasado de listo jejeje) pero que fueran completamente de negro, siendo el color de las camisas negras, canta un poco, efectivamente. Contra Uruguay, entonces, Argentina jugó con una vestimenta azul que no sólo pesaba varios gramos más que la celeste y blanca, sino que, al acumular la transpiración, se hacía más pesada con el transcurso de los minutos. El técnico resolvió, entonces, que bajo ninguna circunstancia se volverían a utilizar las remeras azules que se habían usado seis días atrás ante Uruguay. Se trata de remeras fortuitas, conseguidas y acondicionadas de apuro, que en pocas horas se transformarán en un tesoro: la que tiene el número 10 y quedará en manos de un volante inglés, Steve Hodge, fue cotizada en Gran Bretaña, ya en el siglo XXI, en 350 mil dólares. Las camisetas también son urgentes: un empleado de la AFA, Rubén Moschella, las compró hace 24 horas en una tienda deportiva del Distrito Federal para cumplir un pedido “made in” Carlos Bilardo. Aunque en 1986 no se usaba la expresión mobbing para casos de obstinación laboral, Bilardo podría haber encajado en esa figura, al menos en las horas siguientes a cuando se enteró de que Argentina tendría que jugar contra Inglaterra, otra vez, con indumentaria alternativa.
Es, por supuesto, la que utilizó Diego Maradona en el partido que le cambió la vida, pero que dos días antes del 22 de junio de 1986 era una simple prenda olvidada en un local perdido en la inmensidad del DF. Es el útero de la Selección en el Mundial México 1986. Son imágenes de intimidad en años sin twitter, facebook ni instagram. Los uniformes de los ‘ticos’ son bastante correctos. Los escudos de la AFA son improvisados: los acaba de trazar un diseñador del América. Tras una derrota en la final del Mundial-2014 y después en la final de la Copa América de 2015, cae de nuevo en el partido por el título de la Copa América 2016. «Lo primero que se me viene y lo pensaba en el vestuario es que ya está, se terminó para mí la Selección. Ya son cuatro finales, no es para mí. Lamentablemente lo busqué, era lo que más deseaba, no se me dio, pero creo que ya está», lanzó el 26 de junio de 2016, lars7 con amargura. Esa era la fecha en la que el paquete debía llegar a su destino. En cuanto a España, la inquietud se concentra en el limbo en el que puede encontrarse Mathieu Belie, internacional sub-20 por Francia en 2008, cuando ese era el equipo ‘b’ de los galos.
Si Maradona es el tótem de esta historia, el protagonista subterráneo es Moschella que en México 86 era el gerente administrativo de la Selección. O que la autorización final la dio Maradona. Fabricado en tejido de poliéster que te mantiene fresco y seco durante la actividad física. El aparato lo compró Néstor Clausen en el centro comercial Perisur, durante una de las salidas autorizadas por el cuerpo técnico, pero el camarógrafo es Julio Olarticoechea. Por lo demás, os diré que al año siguiente Estados Unidos hizo algo de patria y firmo con Nike, compañía que aún hoy (e imagino para muchos años) provee de uniformes a la selección de soccer del país de las barras y estrellas. Su retirada internacional llegará un año más tarde, en un partido contra Yugoslavia en Maracaná. España se mantiene fiel a Adidas y renueva un año más su equipación con la marca alemana. Lo tenían bien fácil: si se inspiran en el uniforme inglés de España 82 y lo petan. El uniforme de la selección no sufre cambios importantes hasta 1981, cuando se incorpora Adidas como proveedora.
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